Método endoscópico: procedimiento terapéutico mínimamente invasivo
En el marco del método endoscópico sólo se practica la incisión en corto de 8 mm a nivel de la piel. No se realiza incisión de la masa muscular sino que se amplía por medio de dilatadores para que sea posible introducir una cámara de aproximadamente 6 mm de ancho en dirección a la espina dorsal. La cámara contiene un canal operativo que puede utilizarse para eliminar la hernia de disco o para conducir una fresa para ampliar el canal de la columna. Las heridas tras la intervención en la mayor parte de los casos no sangran y, por consiguiente, en general no se necesita el drenaje.
El método de tratamiento quirúrgico de columna mediante endoscopia hoy en día es el procedimiento mínimamente invasivo más moderno a la hora de operar. Por ello, en los últimos años su popularidad crece de forma esponencial. Y no hay de qué asombrarse, por cuanto supone numerosas ventajas. Frente a otras intervenciones invasivas clásicas, destaca no sólo por un proceso de recuperación mucho más rápido, sino también por mucho menores riesgos para la salud. La probabilidad de infección de heridas posoperatorias es de sólo un 0,001 %, mientras que con los métodos invasivos corrientes alcanza un 3 %.
Aunque los riesgos para la salud en el caso de operaciones endoscópicas mínimamente invasivas son muy reducidos y a la mayoría absoluta de los pacientes recomendamos este método de tratamiento, también existen pacientes de alto riesgo en cuyo caso es conveniente aplicar tratamientos clásicos. Por ello procedemos a un detallado reconocimiento de cada paciente previo a la operación para asegurarle la forma de atención más conveniente.